lunes, 13 de marzo de 2017

GLORIA FUERTES


Hace 100 años, nacía una de las escritoras más importantes y comprometidas de nuestro país: Gloria Fuertes, la poetisa de los niños y una de las voces más importantes y populares de la literatura infantil española. Sus libros se han convertido en clásicos y sus versos son conocidos por niños y niñas de todas las edades y siguen muy presentes en adultos, que hoy los recuerdan de modo entrañable porque forman parte de su infancia. 

Su poesía ágil, divertida  y llena de humor  sigue viva y es seguida con entusiasmo por el público infantil. Llena de sonoridad, fiel a la tradición oral, sus rimas elegantes, alegres, humorísticas y repletas de componentes absurdos y surrealistas forman parte de la memoria colectiva de jóvenes y adultos de una generación pero que sigue presente y atrapa a niños y niñas de este nuevo siglo.

Creó un estilo particular en sus versos que hacían llorar de emoción y de risa, que acercaban el mundo con claridad haciéndose entender por todos, y ella los leía como si hablara, como si conversara contigo en un café.

Gloria Fuertes goza de un extraño don que pocas veces se da en nuestro panorama literario: su poesía llega a todo tipo de lectores.

Espontánea, divertida, irónica, disparatada, tierna, afectiva, surrealista, sencilla, solidaria, sincera y siempre comprometida… ella, como su poesía, es única e irrepetible. Gloria, sin lugar a dudas, es como escribe y escribe como es. Habla siempre en tono confidencial y amigable, todo lo hace sencillo y cotidiano, pero con la grandeza de tener siempre un alma con una inmensa capacidad de asombro ante la vida.


    POEMAS DE LA OCA LOCA


  
 "Doña Oca toca la ocarina,
y prefiere el lago a la piscina.
Este es su marido el Oco
que no está cuerdo tampoco.
Doña Oca Plumapoca,
en el hueco de una roca,
la ocarina toca y toca."



"Poemas de la oca loca" obra publicada en 1978, rescatada de nuevo para nuestro disfrute por Editorial Kalandraka, consta de una selección de 25 poemas de la autora en los que el juego de las palabras, el ritmo frenético y la ternura con la que componía para los pequeños siguen atrapándonos igual que  en nuestra infancia.


  Cómo se dibuja una señora
La cara de Doña Sara. 
Se dibuja un redondel, 
– con lapicero o pincel-; 
mucho pelo, mucho moño, 
ojos, cejas, y un retoño; 
nariz chata, 
de alpargata, 
las orejas, 
como almejas, 
los pendientes, 
– relucientes-, 
las pestañas, 
como arañas, 
boca de pitiminí, 
es así, 
la cara de doña Sara.
El cuerpo, otro redondel, 
tan grande como un tonel, 
y en él se dibuja ahora, 
la falda de una señora, 
falda, blusa, delantal, 
pierna flaca, otra normal, 
los zapatos de tacón, 
con hebilla y con pompón.
¡Qué señora tan señora, 
doña Sara, servidora!




Dice Antonio Rubio que La Oca loca es una colección de dictados poéticos de singular originalidad, que después de cuarenta años, siguen conservando toda su gracia y su frescura.
Lo mejor de estos dictados está en sus versos, pero también podemos acompañarlos de los dibujos que irán saliendo de la mano al tiempo que vamos rimando. Haced la prueba. A los niños les encanta dibujar y ver dibujar. Es como magia. Me pregunto, ¿por qué dejamos tan pronto el dibujo?

Cómo se dibujan unos patines

Hay tres clases de patines:
los patines chiquitines
con dos ruedas delanteras
y otras dos en la trasera
-y hay que ser equilibrista
para correr por la pista
o hay que ser chica muy lista-.
=
Los patines sobre hielo
con una cuchilla en la suela…
cuando se aprende, ¡se vuela!
-si antes no besas el suelo
con los patines de hielo-.
=
Tenemos otros patines
-que son menos peligrosos-,
que son peludos y hermosos…
-Este patín, tan patudo
que anda solo, vuela y nada,
y que no te cuesta nada
que se llama Pato-pito,
parece una flor que nada,
y es gratis, no cuesta nada.
=
Hay tres clases de patines.

 Yo quiero ¡patines vivos!
¡patos, patitos, patines!
-para los niños pequeños,
para los chiquirritines!-